El tiempo que hay que dedicar al ejercicio físico para cuidar la salud mental es exactamente el mismo que recomienda la OMS para cuidar la salud. No hay salud sin salud mental. Hablamos de entre 150 y 300 minutos a la semana de ejercicio moderado o entre 75 y 150 minutos de ejercicio intenso. Todo ello repartido en dos o tres sesiones semanales, preferiblemente alternando diferentes disciplinas.
Los beneficios del ejercicio a nivel neuronal
Que durante la práctica deportiva se liberan endorfinas que mejoran el estado de bienestar. Es interesante cómo diversos estudios de neurociencia han confirmado que el ejercicio no solo trata alteraciones mentales, tal y como explica la Científica Nazareth Castellanos, sino que a nivel neuronal favorece la neurogénesis o, lo que es lo mismo, la generación de nuevas neuronas. “Se ha observado que el ejercicio físico favorece los recursos cerebrales de la cognición, potencia la plasticidad, la función vascular y disminuye la inflamación. Tras una sola sesión, se incrementan los factores de crecimiento neuronal, aunque, por supuesto, una sola sesión no es suficiente para mantener los beneficios”, apunta la experta.
- Si se practica esta cantidad de ejercicio se reduce la ansiedad.
- La postura cambia el estado de ánimo y también la manera en la que se percibe la realidad.